El camping está bien. Las instalaciones están cuidadas y
limpias, tiene actividades, piscina y buen precio. No obstante, debo admitir
que la primera impresión no fue muy positiva.
Como ya comenté en la anterior entrada, nosotros somos
novatos en este tipo de alojamiento ya que este año ha sido cuando hemos
comprado una caravana sin previa experiencia.
El anterior camping tenía todo organizado de tal modo que
una persona te acompaña a la parcela que te asignan según tus necesidades. En
El Colange fue todo lo contrario. En la recepción, una vez nos hicieron la
ficha necesaria, nos dijeron: “Da una vuelta y elige tú mismo”. ¿¿¿ Cómo???
Atónitos volvimos al coche ¿ En serio tenemos que buscarnos nosotros la
parcela? Resignados dimos esa vuelta sin saber muy bien cómo hacer lo que para
ellos era algo sencillo y natural.

Pero hubo otro incidente que vivimos en el camping más serio
y preocupante para nosotros. El sábado por la tarde, mientras estábamos
tranquilamente tomando algo en nuestra caravana, escuchamos un ruido cerca de
nosotros. No tardamos en salir para saber qué había ocurrido. No me lo podía
creer, uno de los pinos se había caído. Respiramos aliviados todos cuando vimos
que, aunque estaba a muy poca distancia, no llegó a caer encima de una tienda
de campaña de un matrimonio y su niño. El árbol estaba podrido por dentro y
por eso terminó en el suelo, yo me quedé helada, pero cierto es que otras
personas no parecían muy afectadas...

La actual se llama " Reconcilare" y se divide en
varios capítulos:
- Preámbulo: In principio.

- Capítulo II: In figura: La historia sagrada de Israel y nuestra historia profana.
- Capítulo III: Hodie: Dios sigue ofreciendo a todos la reconciliación por medio de Jesucristo.
- Capítulo IV: Semper: El ministerio de reconciliación encomendado por Dios a al iglesia..

La primera parada es la Iglesia de San Andrés, uno de los punto

de venta de las
entradas. Se encuentra fuera del recinto amurallado de Cuellar. Es de estilo
mudéjar como las otras que visitaremos. Se levantó sobre una base de mampostería y zócalo de sillares de
piedra caliza y se compone por tres naves con ábsides. Sobre el interior poco
se puede apreciar ya que está tapada por la exposición, ésto nos pasará en todas.


En nuestro caso, la siguiente parada es el Castillo de Cuellar. Decidimos
hacerlo así por estar justo al lado de la siguiente
iglesia que veremos por la exposición, y porque hab
ía que aprovechar que todavía no hacía demasiado calor.
ía que aprovechar que todavía no hacía demasiado calor.

Sólo se puede visitar acompañado por un guía el 10% ya que el resto está destinado a ser un centro educativo. La entrada cuesta 3 euros y la verdad personalmente creo que merece la pena, aunque no se pueda visitar todo lo que uno quisiera, por lo menos en mi caso, las explicaciones y cómo gestionó la guía la visita, me gustó.
Este edificio aparece en los documentos en el siglo XIV y se conoce como el castillo de los Duques de Alburquerque ya que el rey Enrique IV se lo arrebató a su hermana Isabel para dárselo a Beltrán de la Cueva, primer duque de Alburquerque. Éste inició la reconstrucción del castillo pero se terminó en el siglo XVI dentro del estilo renacentista.


En el 1931 se nombró Monumento Artístico Nacional al igual que las murallas y la iglesia de San Martín y San Esteban.
La construcción inicial fue una fortaleza rectangular en
estilo gótico con torreones en sus ángulos pero a lo largo de los años ha sido
modificada por los diferentes propietarios de la familia y usos que se le ha dado.
La visita comienza rodeando el castillo y explicando la
historia del mismo, veremos varias habitaciones y terminará en el patio de
columnas que sostienen una doble galería.
Retomamos la exposición entrando en la iglesia de San Martín que a día de hoy alberga el Centro de Interpretación del Arte Mudéjar.
Y por último ya sólo nos queda la iglesia de San Esteban que es la más importante de Cuellar caracterizada por su ábside de ladrillo que sobresale. En el interior nos encontramos cuatro sepulcros en el presbiterio y un retablo mayor de estilo neoclásico con elementos rococó.
¿Algo que recuerde especial? Los cambios de perfumes
que se puede apreciar en las diferentes etapas de la exposición. Además creo
que Cuellar es una ciudad que merece la pena visitar aunque no albergue ninguna
exposición o evento concreto.
Para terminar la excusión buscamos un lugar dónde comer,
nos decidimos por un bar que se llama “Piscis”. Nosotros nos tomamos una hamburguesa
y un sándwich mixto que estaban muy bien de precio y ricas, sin contar que la
mujer que está allí es muy amable y da gusto ir a sitios así.
El resto del tiempo intentamos desconectar lo máximo
posible en el camping. Espero que os animéis a hacer esta excursión.
Si a parte de viajar te gusta cocinar, puedes echar un ojo a las recetas que propongo :)
http://cocinaconmigofacilyrico .blogspot.com
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