Esta
vez tuve que improvisar con un margen de 4 días una escapada
alternativa a la que ya tenía planeada por el tiempo, así que elegí
esta, y sinceramente, vale la pena como escapada tranquila. Buscaba
un sitio que no estuviera lejos, para ir en coche y que no se saliera
de mi presupuesto inicial, el resultado fue que hice la estancia en
Benavente porque es un lugar con encanto, barato y cerca de muchas
posibilidades, en este caso, hacer en el día una visita a Astorga,
pero también tenéis cerca León o Zamora.
Para aparcar os puedo poner como referencia la avenida El Ferial que tiene partes de zona gratuita, por si el alojamiento que elijáis no tenga. Además en esa avenida hay una tienda de vino de la zona por si queréis probarlo. De comer, tipo dulce me dijeron que lo típico es el Rebojo Zamorano.
El paseo por Benavente es cómodo y en un muy largo, se puede hacer tranquilamente, tened en cuanta que por ejemplo las iglesias no están abiertas todo el día, consultar los horarios. Merece mucho entrar en las dos que tienen, la Santa María del Azogue e Iglesia de San Juan del Mercado, que aunque es más humilde, a mi me gustó.
Yo llegué para comer, un poco tarde porque eran más de las dos de la tarde, una de las mujeres de la limpieza del hotel muy maja me recomiendan o comer en Cambados, pero no pudo ser, ya que se encontraba cerrado por vacaciones, aún así por ser una recomendación de una persona de allí, la comento. Después de encontrar varios sitios cerrados por el mismo motivo, o bares que no daban comida, decidí entrar en una cadena de pizzas, eran casi las tres y me arriesgaba a no comer 😆. Posteriormente, vi que al rededor de la Iglesia de Santa María del Azogue, la que os recomiendo entrar porque sorprende, hay diferentes opciones para comer.
Desde allí aproveché para hacer el itinerario del paseo que iba a hacer para conocer Benavente. La primera parada fue el Parador porque, aunque la economía no da para alojarse, si da para ir a verlo por dentro y tomarse un café, su precio es de 2,50e, pero te ponen pastita muy rica 😊. Después, sin prisa, fui conociendo el centro y andando simplemente disfrutando porque no hay distancias grandes para tener que tener la precaución de desviarte demasiado.
La
verdad que después del día que pasé en Astorga, me sentí muy
satisfecha por el plan alternativo que había planeado. Fue pasar el
día allí. Pero eso os lo cuento en la siguiente entrada, que cada lugar merece su protagonismo.
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