Para intentar
reemplazarla al final lo que hice fue a visitar por mi cuenta la Ermita
de San Bartolomé en el Río Lobos, Burgo de Osma y La Fuentona.
Hay muchas más opciones como La Laguna Negra o hacer una excursión de espeleología en la cueva de la Galiana que había contrado, pero no salió grupo. Pero siempre hay que dejarse algo para tener una excusa perfecta para volver.
La primera excursión que hice fue Río Lobos, desde Soria está a 62 km, no llega a una hora, puede parecer mejor, pero realmente merece la pena ir. Es un bonito paseo rodeado de naturales y, en muchas ocasiones, tranquilidad, dependerá a quién te encuentras allí.
Hay parking gratuito, yo fui hasta el último. No me pareció muy grande, por ello entiendo que en los meses de verano, para tener sitio, se debe ir pronto, yo no lo tuve porque fui en noviembre, aunque no fui de las primeras en llegar, estaba de vacaciones e iba sin prisa.
El cañón tiene una extensión de 25 km total, no obstante, yo lo que hice
es ir hasta la ermita y volver. También hay un mirador al que no subí
porque había bastante gente y, habiendo todavía pandemia y por el
esfuerzo, no quise arriesgarme a tener la necesidad de quitarme la mascarilla, pero me hubiera gustado ver las vistas desde allí.
Desde aquí decidí ir a visitar y a comer a Burgo de Osma, ya que está a unos 45 km de allí. Simplemente,
pasear por el pueblo, disfrutarlo porque merece la pena. Fue allí, concretamente en una tienda que se llamaba La Alacena, dónde
compré los típicos torreznos para llevar a casa ¿¿Qué mejor regalo para
la familia y amigos???. El dependiente fue muy amable y hasta me dio un truco, sacar de la nevera los torreznos mínimo dos horas antes de que se vayan a hacer. No sé si sería eso, pero
la verdad es que cuando los hice quedaron espectacular tanto de sabor
como de apariencia. También compré una pastas que estaban muy ricas con
un envase muy curioso.

Pasear por el pueblo, sin prisa, disfrutarlo por dentro y fuera de la muralla merece la pena. Por mi parte, aparte de lo dicho ya, os recomiendo, porque a mí me gustó, comer en Casa Engracia. Está céntrico y el menú, por lo menos ese día, fue 13 euros. Ofrecían cuatro paltos a elegir tanto en los primeros
como en los segundos e incluía bebida, postre o café, vamos, lo
habitual. Quedé muy contenta por mi elección sin conocer el sitio.
Si os apetece o tal vez os viene mejor algo más rápido, vi en la plaza
donde se encuentra la catedral, un sitio donde hacían bocatas. A mí
personalmente no me apetecía en ese momento, además veía que se
aproximaba una peligrosa nube gris, por lo que comer tranquila bajo
techo me parecía una mejor opción. Por ello, no puedo decir nada más
concreto sobre los bocatas, tamaño, precio, variedad... Eso sí, me fijé
que ponía que no aceptaban pagos con tarjeta, algo importante a tener en
cuenta.
La última parada fue La Fuentona. Sin hacer pereza y teniendo en cuenta que era solamente desviarse un poco volviendo hacia Soria, me decidí por ir, está a unos 40 km desde Burgo de Osma. Se tiene que llegar a Muriel de la Fuente, para que tengáis esa referencia, y desde allí coger el desvío que hay.
Es un lugar magnífico.
En mi caso no lo disfruté menos por ir en otoño, ya que me encantan los
contrastes de colores, cada estación tiene su encanto. La Fuentona
es una laguna de origen kárstico declarado Monumento Natural. Es un
bonito paseo entre la naturaleza que merece a pena. Yo me
encontré a poca gente, por la hora que era, pero todos respetábamos el
silencio y la calma que el sitio te transmite.
Si vais, no os vais a arrepentir, os lo aseguro. Espero os haya gustado y os animéis a ir.
Si no quieres perderte ninguna publicación me podéis encontrar en facebook ( viajaycocina conmigo) e Instagram (viajaycocina conmigo),os espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario