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jueves, 15 de junio de 2017

SAN LORENZO DE EL ESCORIAL

En la anterior entrada hablamos de El Escorial, pueblo originario de la zona en la que Felipe II decidió construir el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, lugar del que hablaré en esta nueva publicación.
El motivo por el que Felipe II quiso construir el Monasterio fue para conmemorar la victoria en la batalla de San Quintín frente los franceses y para tener un edificio funerario que pudiera competir con el de la dinastía de los Habsburgo.

Se puede decir que esta es la versión oficial ya que en internet encontré otra más oscura que se basa en una leyenda medieval y se dice que Felipe II conocía. En ella se cuenta que Lucifer, antes de su expulsión y destierro al infierno, vivió en una cueva ubicaba en el Monte Abantos y fue allí, en la Sierra de Guadarrama, donde creo las siete puertas de acceso a las tinieblas, situándose una de ellas en San Lorenzo de El Escorial. Cierto es que no hay ningún documento que acredite si esta leyenda pudo o no influir en la decisión del rey.
Así mismo, también existe una leyenda relacionada con los años que se tardaron en construirlo. Ésta cuenta que por la noche había un perro negro que dificultaba el trabajo hasta que finalmente le lograron capturar para ahorcarlo en una de las torres del mismo Monasterio. ¿ Será verdad todo lo que se dice? No lo sé, pero como poco, me parece curioso.

Si recordáis lo último que visitamos en El Escorial fue la Casita del Príncipe. Hay una salida que te deja a pocos pasos del Monasterio. Estoy segura que desde este punto hasta la Lonja haréis muchas fotos ya que las vistas, el entorno y el edificio las merece.

En la actualidad este monumento forma parte del Patrimonio Nacional y del Patrimonio de la UNESCO siendo una gran parte de sus dependencias visitables. Tiene tanto valor histórico como artístico por su importancia arquitectónica. Como ya os sonará si habéis leído la anterior entrada, es un ejemplo del estilo herreriano que se caracterizó por sus elementos constructivos, la ausencia de ornamentos y sus líneas rectas.
Es de grandes dimensiones pero lo más característico del edificio es su forma de parrilla, símbolo del martirio de San Lorenzo al que en más de una ocasión se hace referencia en este edificio.

La entrada para hacer la visita se sitúa en la primera fachada que vemos según llegamos desde la Casita del Principe. Una vez pagada la entrada ( 10 euros la normal de adulto) accedemos a la exposición de pintura, entre ellas podemos ver El Greco. El recorrido continua por la exposición que explica la evolución de la obra del monasterio y modificaciones que hizo Juan de Herrera en los planos originales.

Una vez pasada esta parte conoceremos las estancias del monasterio como la habitación de Felipe II, subiremos por la escalera principal desde donde podemos apreciar un techo con una pinturas impresionantes, la Sala de Batallas, las Salas Capitulares, el patio con su templete de piedra pero forrado su interior de mármol y jaspes... Os podría hablaros de cada una de ellas pero prefiero centrarme en las que a mi más me impresionaron.

Lo primero es dirigirnos a la puerta de la fachada principal la cual se compone por dos cuerpos. El inferior tiene ocho columnas de orden toscano, entre los que se hicieron nichos, ventanas ciegas y las características parrillas situadas por encima del dintel. El segundo cuerpo, se compone por cuatro columnas de estilo jónico, el escudo de Felipe II y una estatua de San Lorenzo. 

Una vez cruzamos ese acceso nos encontramos con el Patio de los Reyes que se hizo como antesala de la Basílica y como lugar de unión entre la sabiduría divina y humana. Como curiosidad os indicaré que en la pared de la izquierda, entre la ventana octava y novena, se encuentra la última piedra colocada en el edificio para diferenciarla tiene una cruz negra, por si queréis buscarla ^^. 
Al frente nos encontramos la fachada de la Basílica que se compone por cinco cuerpos. El que más nos llama la atención es el segundo por las esculturas de los seis Reyes de Judá que participaron en la construcción del templo bíblico de Jerusalén: el Templo de Salomón. Este hecho se puede entender como un mensaje que Felipe II quiso dar a sus sucesores para que se preocuparan del mantenimiento del monasterio.

La Basílica. Se sitúa en el centro de la estructura de parrilla. Tiene planta de cruz griega, se divide en tres naves con bóveda de cañón siendo separadas por cuatro pilares de estilo dóricas. Destaca su retablo, el coro y el hecho de que a parte del Altar Mayor, tiene otros 40 altares menores que sirven para celebrar también la eucaristía ya que se componen cada una por la mesa del altar y un cuadro que hace de retablo.


Lo siguiente que quiero destacar es una estancia de la que seguro todos hemos oido hablar, el Panteón Real. Esta estancia tiene forma octogonal y se hizo de estilo barroco con una decoración en tonos dorados, rojo y mármol negro. Es aquí donde encontraremos las tumbas de los reyes españoles, desde Carlos I a Alfonso XIII. Los cuerpos antes descansar aquí todos ellos deben estar durante veinte años en el Pudridero, en la vista pasamos por la puerta de dicha sala sin poder visitarla. También podremos pasear por el Panteón de los Infantes, ya que además de reyes alli se encuentran las tumbas de principes y princesas a lo largo de las nueve cámaras anexas al Panteón Real.

Otra de las salas que más me impresionó, tal vez incluso mi favorita, fue la Biblioteca. Se considera una de las mejores bibliotecas renacentista del mundo. El valor de su colección de libros es incalculable. Se fundó en el siglo XVI con la colección de Felipe II la cual tenía más de 1200 volúmenes. Poco a poco fue aumentando llegando a guardar obras de diferentes orígenes como códices latinos, griego, árabes... Actualmente en la visita sólo se puede ver el Salón Principal aunque se compone también del Salón Alto y salas contiguas.
Su decoración es increible empezando por los frescos de estilo renacentista que hay en su bóveda de cañón. Éstos se componen de 7 zonas, cada una representa una figura relacionada con una de las siete artes liberales ( la gramática, la retórica, la dialéctica, la aritmética, la música, la geometría y la astrología) y a cada lado una de las dos histiorias que hablan de ellas. Por último, para completar en conjunto nos encontraremos representadas la Filosofía (al norte) y la Teología (al sur). 
En el resto de la decoración destacan las estanterías de maderas nobles y la esfera toloméica que representa la tierra como centro del Universo.

Una vez finalizada la visita podemos ir a los jardinesque son gratuitos aunque con horario concreto. El acceso se encuentra en los arcos que veremos al final de la carretera que rodea la Lonja del Monasterio. También cruzandolos podréis ver otra de las fachadas, la foto desde allí también es muy bonita ya que se ve el estanque y los jardines, una escultura de Felipe II y un parque donde podréis descansar a la sombra.

Lo planteado tanto en esta entrada como en la anterior es lo más importante y esencial de cada pueblo, aunque sobre todo en lo que a la naturaleza se refiere hay más por ver y disfrutar. Por ejemplo hay rutas de senderismo y bicicleta por el pueblo de abajo y la Silla de Felipe II que esta en el pueblo de arriba, pero para ello hay que ir con más tiempo que unas horas y en un sólo día. Ahora ya podéis planear una excursión o fin de semana tranquilo sin salir de Madrid con estos dos bellos pueblos que tienen tanta historia y arte. Espero que os guste ^^

 Si a parte de viajar te gusta cocinar, puedes echar un ojo a las recetas que propongo :)
http://cocinaconmigofacilyrico.blogspot.com
También me podéis encontrar en facebook, VIAJAYCOCINA CONMIGO , os espero.

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