Hace tiempo fui a Plasencia a pasar el día y la entrada que hice fue una pequeña ruta que os aconsejaba para ver todo lo importante. Obviamente, esta vez no va a ser así, si queréis echarle un ojo con el buscador del blog no tardaréis en dar con ella.
La ciudad me parece muy cómoda para conocer, lo peor es el calor en estas fechas de verano, pero te puedes organizar bien para poder disfrutarla a pesar de eso. En esta ocasión el hotel no podía estar más céntrico, sin exagerar a un par de minutos del ayuntamiento. Tenía aparcamiento concertado a unos 200 metros de distancia, bien de precio, buenas instalaciones y el personal fue muy agradables y profesionales, si alguien quiere que le indique cuál era, preguntármelo.
Como siempre reservé un free tour, hay variedad de horas tanto por la mañana como por la tarde y, la verdad, me encantó como nos explicó todo de forma fácil y profesional, es recomendable 100%. Si únicamente vais a Plasencia con un fin de semana hay suficiente. Solamente en caso de querer hacer alguna excursión sería estar más tiempo. Hay muchas, el lugar más famoso, aunque o he ido en esta ocasión, siempre hay que dejar cosas para volver, ha sido Yuste. En esta ocasión fui a Granadilla, se encuentra a unos 45 km. Es una antigua villa amurallada de origen feudal en el norte de
la provincia de Cáceres, España. Desde 1960, cuando fue expropiada por
el Estado, se integró en el municipio de Zarza de Granadilla. Están restaurándola con lo cual si vais, llevar agua o cualquier cosa que queráis tomar, sobre todo en verano porque no hay bar, chiringuito o máquina de vending. Incluso os aconsejaría, si hace calor, ir pronto porque una de las cosas fundamentales que tiene la ciudad es recorrer la muralla y si vais a la hora punta del sol se os va hacer pesado.
Hay más sitios a los que ir como Hervás o Cáparra, pero en esta ocasión por las temperaturas y al ser una escapada corta, solo organicé ésta, el resto de tiempo libre era para estar de relax en la piscina natural de la ciudad. Recordar que los lunes es el día que cierran los sitios de patrimonio donde entran Yeste y Granadilla.
El primer día no es que me diera una vuelta para buscar dónde comer, al llegar a la plaza principal vi que uno estaba lleno del todo, mientras los que estaban al otro lado estaban vacíos ¿Por qué? Pues la verdad no o sé, pero en ese momento ya solo pensaba en comer. El sitio se llama Gredos y el menú, que se componía por cinco platos tanto para el primer como para el segundo, tenía un precio de 20 euros por persona. El personal muy amable y cercano, la comida deliciosa y aunque no sabes sintiendo que vas a explotar, no me pareció nada caro pagar 20 euros por ello, totalmente recomendable.

Ya al día siguiente probamos otro menú de los que estaban en frente, que esta vez estaba también llenos, algo que me llamó mucho la atención y supuse que lo ocurrido el día anterior podría ser porque en ese momento al que fuimos le daba la sombra, nada más. El que probamos con un menú de 17 euros por cabeza se llamaba
Albero y en esta ocasión tienes cuatro platos para elegir . Por lo que vi en el mantel que a la vez es carta tiene bastante variedad, tostas casi todas por 4 euros, tapas, para compartir... Pero en esta ocasión de nuevo me decanté por el menú. La verdad es que estaba lleno tanto dentro como en la terraza a pesar del calor, eso hacía que el único camarero que había no diera abasto, pero sin perder sus buenas formas y bromas para hacernos sonreír.
Por
último, el último día comimos en
La Isla. ¿Qué es?
Una idea
estupenda que ya lo podrían tener en más ciudades con río. Entiendo que
se llama así porque de forma natural había esa extensión de tierra que
separaba el río en dos y alguien con visión, decidió usarlo para el
disfrute gratuito de los ciudadanos de la ciudad, y unos pocos turistas
que tengan la suerte como yo de preguntar y que la recepcionista te lo
diga. Allí puedes tanto bañarte en la parte habilitada para ello,
en la otra parte del río se
utiliza para deportes acuáticos como hace Ka-yak. Entre medias,
en
la extensión de terreno se ha dividido también para poder estar tipo
piscina y la otra para simplemente estar. La gente se llevaba hasta
sillas, neveras y mesas para estar en cualquiera de las dos partes.
Después hay dos caminos asfaltados con bancos, zona para
las bicis, pasear solo o con las mascotas
… En
definitiva, un lugar de
multiactividades estupendo donde
estás fresco por la sombra de los
árboles, gratuito y accesible.
Aquí también hay un restaurante con un precio de 15 euros, la verdad me sorprendió porque creía que no iba a ser tan barato estando es ese lugar. Si por el día se estaba a gusto, estoy segura de que por la noche en verano será una locura. La carta también tiene 4 platos a elegir y todo estaba buenísimo. Eso si, os recomiendo que si vais, antes de plantar la toalla, reservéis porque sobre todo para comer no hay tantas mesas.
Por último, y porque fuera una sorpresa, ya que no sé si en todos los sitios es así, los 100 Montaitos tiene un menú por 11 euros que me pareció bastante variado, buen precio y buena cantidad. Esta vez hubo también cena en una cadena conocida.
Parece que me he centrado en las comidas, pero el desayuno lo tomamos en el hotel por 4 euros, excepto uno, en el restaurante Español, que dos tostadas de pan normal y un café nos cobraron 5 euros.
Este sitio nos dijo la guía que era como uno de los esenciales para los de allí a la hora de tomar algo, así también probamos con la cervecilla de rigor y costó dos cervezas con su pincho 5.50 euros. El resto las tomamos en los 100 montaditos, en el bar Albero, pero nos entraba en el menú y en el Bar Goya, bueno aquí nos tomamos dos botellas de agua, con las que nos pusieron un pincho riquísimo de tortilla de patata y dos sándwiches mixtos y nos cobraron 15 euros.
Espero que os animéis a ir.
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