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jueves, 10 de julio de 2025

MERIDA, BADAJOZ Y ALGO DE PORTURGAL

En esta ocasión hice una escapada de 4 días en el que sobre todo se enfocó en viajar, conocer pero sin prisas. El alojamiento fue en un hotel que estaba muy bien situado para que todo lo que había programado visitar no estuviera lejos y todos los trayectos fueran bastante similar y con piscina que es esa época hasta en septiembre hace calor. Para esta zona os recomiendo no mirar únicamente en localidades grandes, hay mucha variedad en las afueras pero todo está cerca y la carretera es buena.


En Mérida, primer destino elegido donde estuvimos únicamente por la tarde, hicimos una visita guiada muy amena donde conoces los lugares más importantes y al terminar, fuimos directos al teatro, esencial en esta ciudad. Lo que nos quedamos sin ver el aforo romano porque no pillaba a 20 minutos andando y en dirección contraria al donde teníamos aparcado el coche, pero bueno ya se volverá. 

Mi consejo para aparcar gratis, que además está cerca del museo y el teatro, es ir a la Av. de los estudiantes. Para comprar comida como souvenirs, lo que ahora me he aficionado a hacer, os recomiendo la tienda que había en el punto de inicio del tour (el museo) tenéis pastas, miel, vino... Bastante variedad según los gustos y me pareció que a buen precio.

Y si os apetece ya quedaros a cenar allí, al que fui se llama café Bar Mérida. Cenamos bien una rica parrillada de verdura y unos huevos rotos, de beber agua, que con el calor que hacía era lo único que apetecía, todo fue 32€ y de regalo nos invitaron a un chupito (con o sin alcohol). Lo único que debo decir es que ir sin prisa porque tardaron un poco más de lo que, en general, estoy acostumbrada. 

Al día siguiente fuimos a Évora, primera ciudad Portuguesa de este viaje. En esta ocasión no reservé ningún free tour, simplemente fuimos a la oficina de turismo y disfrutamos libremente de la ciudad. 

La ciudad no es muy grande pero se encuentra por ejemplo a algo más de una hora desde Badajoz y más de dos si es desde Mérida, con lo cual es preferible que sea un destino para pasar el día desde la mañana, sin prisas y disfrutando.

Con este pantallazo os podéis hacer una idea de las dimensiones de la parte turística de la ciudad, el punto azul es donde aparcamos, la señal la oficina de turismo. 

Algo que si quiere destacar porque me parece importante es que si quieren visitar la Catedral, lleven dinero en efectivo porque no admite tarjeta. En mi opinión merece mucho la pena entrar y disfrutarla tanto por dentro como de las vistas que tienes al subir a la parte superior. Los precios cuando fuimos eran 4 euros para visitar la Catedral, Claustro y terraza o 5 euros que incluye también visitar los Tesoros, el horario que tiene es de 9 al 17h.

Otra curiosidad de la Catedral es que para poder subir y bajar tiene unas luces para señalar si se puede o no entrar en las escaleras ya que no hay, como suele pasar en todas, hueco suficiente para más de una persona. Esto nunca antes lo había visto y me parece una idea estupenda.

 
Para comer elegimos un sitio céntrico pero un poco retirado que se llama Tunnel

Lo primero que pedimos fue una buena cerveza fría y por supuesto un francesunha, plato típico del país porque también la habíamos comido en un viaje anterior a Oporto, que si queréis buscarlo también lo tengo en el blog publicado. Y de postre en la plaza un rico helado que con la temperatura que hacía me supo a gloria.

Una vez bajada la comida y sin perder e ritmo, nos dirigimos a Elvás.

Al hablar con la oficina de turismo nos indicaron que la entrada en el Castillo es hasta las  17.30h ya que cierra a las 18h, no obstante, cuando fuimos, siendo las 17h, la mujer que estaba allí no nos dejó pasar diciendo que se cerraba a las 17.30. ¿Quién tenía razón? No lo sé, pero si queréis entrar no lo dejéis para esa hora no os hagan lo mismo. Lo único que pudios ver es el patio de acceso y el resto de cosas dando un paseo.

El último día lo aprovechamos mucho ya que queríamos tener tiempo libre para estar en la piscina del hotel que se estaba espectacular. Madrugamos un poco y nos fuimos al Fuerte de Grassa, que está en un cerro cerca de Elvás e incluso de sé desde allí.  También se puede visitar el Fuerte de Sant Lucia, pero como no teníamos tiempo para los dos, según el itinerario que habíamos pensado, únicamente visitamos éste. 

La visita es libre por esta construcción militar construido en 1763, aunque también sirvió como prisión para presos políticos durante la Guerra Civil. No es de extrañar que lo declararan Monumento Nacional en el 1910.

Está restaurado y la verdad que todavía se puede disfrutar de la fortaleza comenzando por la Puerta del Dragón, pudiendo visitar tranquilamente la capilla, la zona de las casas, los sótanos, patio... Y si queréis un descanso, tiene cafetería antes de seguir con el viaje. Para mi fue una gran visita.

La última parada fue, Badajoz. para aparcar os recomiendo el parking de arena que se encuentra cerca del museo arqueológico, es grande y gratuito, y desde allí puedes empezar a conocer la ciudad con las ruinas, pasear por la Alcazaba, pasando por su Plaza Alta que, por lo menos a mi, me sorprendió porque no es nada tradicional, además ahí tenéis una de las dos oficinas de turismo.

Sinceramente no me esperaba así la ciudad, es otra visita relajada como las anteriores que tiene mucho encanto. Para comer, os recomiendo en la misma Plaza Alta la taberna La Casona Alta, comimos por menú a 12 euros por persona con buenas cantidades y muy rico, aunque no dudo que ne el resto no sea igual de bueno, pero ese nos venía bien para estar luego cerca del coche y el precio nos pareció increíble. 

Espero que os animéis a conocer alguno de estos lugares porque estoy segura que os gustarán :) 


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